Scroll Top

¿POR QUÉ NUESTRA MENTE SE PREPARA PARA SUFRIR?: EL CEREBRO HUMANO Y SU OBSESIÓN POR LO QUE PODRÍA SALIR MAL.

 

¿Alguna vez te has encontrado pensando en lo peor cuando todo, en apariencia, iba bien? ¿O notaste cómo, en lugar de disfrutar del momento, tu mente estaba proyectando posibles problemas futuros? Aunque esto puede ser agotador, es parte de cómo funciona nuestro cerebro y tiene una explicación basada en la evolución, la neurociencia y nuestra historia emocional.

 

UN CEREBRO ENTRENADO PARA SOBREVIVIR, NO PARA SER FELIZ

 Durante miles de años, sobrevivir fue más importante que disfrutar. Nuestros antepasados vivían expuestos a peligros constantes: depredadores, hambre, clima etc. El cerebro que tenemos hoy es el resultado de esa larga historia de adaptación. Por este motivo, nuestro sistema nervioso está diseñado para:

 

  • Detectar amenazas antes que oportunidades.
  • Prever peligros, incluso si no existen aún.
  • Recordar lo malo más que lo bueno (sesgo de negatividad).
  • Estar en alerta incluso en calma.

 

Todo esto tenía sentido cuando lo importante era sobrevivir. Hoy, sin embargo, esos mismos mecanismos pueden ser perjudiciales, afectando a nuestra felicidad, productividad y relaciones interpersonales.

 

¿QUÉ HACE EL CEREBRO EXACTAMENTE?

 Cuando detecta algo posiblemente negativo, el cerebro activa regiones como:

 

  • La amígdala: evalúa amenazas (reales o imaginarias).
  • La corteza prefrontal: se encarga de hacer predicciones y tomar decisiones.
  • El hipocampo también está involucrado en la respuesta al miedo.

Estas regiones nos ayudan a evaluar la amenaza, regular nuestras emociones y almacenar recuerdos vinculados a experiencias pasadas de miedo.

 

  • El eje hipotalámico-hipofisario-adrenal: libera hormonas del estrés.

Nuestro sistema nervioso no diferencia si la amenaza es real o imaginaria y reacciona ante ambas de manera muy similar.

La mente tiene una gran capacidad para imaginar lo que no ha sucedido en muchas ocasiones basándose en experiencias previas, pero esa habilidad, siendo útil para planificar y librarnos de potenciales peligros, puede llegar a provocar ansiedad anticipatoria, miedos excesivos de diferente índole, hipervigilancia y una sobre-activación de nuestro sistema de alerta que dificultan el enfrentamiento del día a día, impidiendo en muchas ocasiones el disfrute y enfrentamiento del día a día.

 

¿Por qué cuesta tanto vivir el presente? El presente no genera urgencia, ni recompensa inmediata para un cerebro adicto al control. Estar en el presente requiere: apagar el modo vigilancia, salir del piloto automático y tolerar la incertidumbre.

 

Entonces, ¿Cómo pasamos de sobrevivir a vivir? Estas estrategias pueden ayudarte a comenzar ese cambio.

 

  1. Aceptar que nuestro cerebro busca protegernos, no molestarnos.
  2. Cuestionar pensamientos catastróficos ¿Esto es cierto o solo una posibilidad?
  3. Fijarte en lo que sí está ocurriendo ahora: entrena tu mente para fijarte en lo que ya está bien, aunque sea algo pequeño. Es una manera de recordarle al cerebro que no todo es una amenaza.
  4. Soltar la necesidad de tener todo previsto: Tu yo del presente no tiene por qué sostener todo lo que podría pasar. Es más adaptativo y por lo tanto más sano confiar en que te ocuparás de ello cuando llegue el momento.

 

Related Posts

Uso de cookies
Cuando visita nuestro sitio web, puede almacenar información a través de su navegador de servicios específicos, generalmente en forma de cookies. Aquí puede cambiar sus [gem_privacy_settings_link]preferencias de privacidad[/gem_privacy_settings_link]. Tenga en cuenta que el bloqueo de algunos tipos de cookies puede afectar su experiencia en nuestro sitio web y los servicios que ofrecemos.