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TERAPIA DE ACTIVACIÓN CONDUCTUAL PARA LA DEPRESIÓN

Sombra de un hombre mirando al sol

 

La Activación Conductual (AC) es una terapia psicológica que nace de lo que llamamos el modelo contextual, basado a su vez en el análisis funcional de los casos clínicos.

La depresión se entiende como un estado, no como algo que “uno tiene”. Se considera que una persona deprimida no es alguien que ha de estar siempre enfermo, sino alguien en una situación vital en la que no hay alicientes (evita o no dispone de determinadas situaciones) o que están enfrentando dicha situación vital de una manera que no le resulta beneficiosa.

La Terapia de Activación Conductual para la depresión se plantea los siguientes objetivos:

  • Cambiar ciertas conductas en determinadas situaciones.
  • Hacer desaparecer o mejorar la sintomatología presente.
  • Prevenir futuras recaídas.

A pesar de ser una terapia estructurada tiene siempre presentes la diferencias individuales.

En el desarrollo de la psicoterapia, después de una exhaustiva evaluación se aplican diferentes técnicas, como son:

  1. Programa de actividades. Se trata de la parte fundamental de la intervención (si bien no es la única). Las actividades que se programan han de tener una relación directa con el estado de ánimo, los síntomas y los valores del paciente (metas y objetivos). Por ello, tenemos en cuenta tanto los síntomas como la historia personal, la forma de actuar de cada paciente, sus circunstancias actuales y el comportamiento del entorno social, especialmente familia y amigos cercanos. Es importante que el paciente comprenda que la única manera de cambiar cómo se siente es cambiar lo que hace y/o piensa. Es decir, es necesario no actuar como uno se siente (“como no tenía ganas no he ido al gimnasio”). Se trata de hacer precisamente lo contrario, llevar a cabo acciones que contribuyan a cambiar cómo uno se siente. Las actividades serán graduales, con pequeños objetivos y muy bien definidas.
  1. Extinción de las conductas de evitación. Esta es otra de la técnicas a aplicar en la terapia, evaluándolas y trabajando sobre las mismas.
  2. Una tercera técnica consiste en el reforzamiento positivo, que consiste en “darse ciertos premios”, como por ejemplo la realización de algo agradable una vez cumplida alguna tarea.
  3. También incluimos técnicas de manejo del pensamiento. Los pensamientos negativos o sesgos cognitivos pueden estar actuando como conductas de evitación y bloqueando la realización de actividades, motivo por el cual se trabajan desde la Terapia de Activación Conductual.
  4. En quinto lugar estaría el Entrenamiento en Habilidades Sociales, si se diera el caso de que el paciente presentara problemas en este aspecto.

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